Posee hojas oval-lanceoladas, de color verde oscuro y con la superficie brillante, que se disponen de manera opuesta. Machacadas en estado fresco se aplican sobre las heridas porque han probado ser astringentes y de alto poder cicatrizante.
Se dice también que sirve como reguladora de la tensión arterial, es un buen tónico estomacal y que controla la diarrea; siempre empleada en pocas cantidades pues de otra manera sería muy tóxica.
La variedad “Argenteovariegata” está matizada de blanco y la “Aureovariegata” de amarillo. Los frutos son semicilíndricos y contienen muchas semillas oblongas.
Comienza a florecer hacia finales del invierno. Da flores pedunculadas compuestas por cinco pétalos que se unen en una corola gamopétala rotada, de colores muy variados, las hay blancas, rosas, lilas, rojas y azul-violáceas.
Es muy parecida a la Vinca major sólo que más pequeña y menos invasiva.
Sus tallos flexibles se usan en cestería. En los jardines sirve como relleno de áreas grandes pues cubre rápidamente el terreno; como le agradan la sombra y la semisombra también crece bien bajo los árboles.
Se adapta a muchos tipos de suelo y no requiere mucho riego; conviene suministrarle abono orgánico durante los meses más fríos y en la primavera agregar al agua de riego algún fertilizante mineral.
Hay que llevar a cabo una leve poda tras la época de floración para que rebrote. Se propaga fácilmente por semillas o porque ella misma se va acodando al terreno.
Le afectan los hongos, como el Oídio, que le genera manchas en el follaje. Se los puede prevenir rociando con fungicidas azufrados. También pueden parasitarla los pulgones, en ese caso emplear insecticidas sistémicos.