El Árbol de las calabazas

Se denomina popularmente Árbol de las calabazas, o Jícaro, a un árbol perennifolio registrado científicamente como Crescentia cujete, que pertenece a la familia Bignoniaceae. Es originario de América y con la cáscara de su fruto leñoso se confeccionan desde la antigüedad recipientes livianos y muy resistentes. Su hábitat típico es el pastizal de las planicies conocidas como sabanas, en altitudes que van desde los 1000 a los 2000 metros sobre el nivel del mar. 

Actualmente se lo emplea como ornamento en muchos jardines, ya que ofrece buena sombra y tiene flores muy bellas. Llega a medir unos ocho metros de alto; su copa es amplia y muy ramificada. Sus hojas, sésiles y de consistencia coriácea, tienen distinto tamaño aún dentro de la misma planta (entre 5 y 20 centímetros); aparecen formando grupos sobre las ramas. 

Sus flores son amarillentas con vetas de color rojo, pubescentes y pedunculadas, solitarias o pareadas, tienen el cáliz bilabiado y forma de campana, miden de 4 a 6 centímetros de diámetro; brotan en primavera. El fruto, de piel lisa, dura y lustrosa, es entre esférico y ovoide. Mide de 15 a 30 cm, es recolectado antes de que alcance la madurez para que no se abra. 

Se multiplica mediante semillas, que son pequeñas y se hallan contenidas dentro de la pulpa gelatinosa; también por esquejes de puntas de ramas nuevas. Requiere de suelos poco profundos, fértiles, ricos en materia orgánica, con concentraciones de hierro o de calcio y un pH de 6.8. Prefiere climas templados, con temperaturas medias de 12º a 20º, no soporta las heladas ni temperaturas mayores de 30º. Tolera mejor la sequedad ambiente que la humedad, y se adecua mejor a zonas con bajo índice de precipitaciones. 

Todas sus partes son útiles. Al fruto se le atribuyen propiedades estomacales y febrífugas, a las hojas se las considera benéficas en casos de hipertensión, de las semillas se extrae aceite y de la pulpa se obtienen azúcar y alcohol etílico; con la madera se fabrican mangos para herramientas. 

Las plagas no le afectan mucho pero sí son varios los insectos que se alimentan de sus hojas y su savia. Si está cercano a una zona de pastoreo se aconseja establecer un cerco para que los animales no se coman las plantas nuevas que puedan nacer de sus semillas.