Se la emplea con fines ornamentales por su espectacular aspecto. Necesita ubicaciones a media sombra, porque al provenir de bosques tropicales recibe siempre la luz solar filtrada por plantas de mayor tamaño; y ambientes húmedos, dado que en zonas con nieblas y neblinas su desarrollo es mayor.
Sus flores perfumadas tienen un aroma similar al de las lilas; aparecen reunidas en inflorescencias de tipo corimbo; están en la gama del lila al violeta con el centro rojizo. Se llena de ellas entre fines de la primavera y principios del verano, durando luego hasta bien entrado el otoño.
Las grandes hojas pecioladas miden más de 20 centímetros, son de color verde intenso, tienen gruesas nervaduras de color púrpura y una textura aterciopelada; por el revés son más claras; presentan los bordes serrados. Necesita riego regular sin llegar al anegamiento, no hay que permitir que la tierra se seque entre riego y riego; le agradan los suelos mixtos, ricos y consistentes; se propaga mediante semillas y por esquejes de ramas jóvenes.
No conviene alejarla de su hábitat natural, porque donde se la quiso arraigar se convirtió en plaga. Generalmente la encontramos en los Jardines Botánicos de todo el mundo como especie exótica, pero allí recibe todos los cuidados y tienen controles para evitar su excesiva expansión. Resiste las temperaturas bajas pero por cortos períodos de tiempo, lo ideal es mantenerla entre 4° y 27º grados. Se dice que tiene las propiedades de disminuir la fiebre y depurar la sangre.