La Cebada

Conocemos como Cebada a una planta anual monocotiledónea perteneciente a la familia Poaceae, responde al nombre científico de Hordeum vulgare y es uno de los cereales más consumidos y con mayores áreas de cultivo en todo el mundo. Desciende en línea directa de la Hordeum spontaneum, la cual crece silvestre en Oriente. 

Fue conocida y cultivada por todas las civilizaciones antiguas. Con el trigo, que demanda más cuidados y mejores tierras, se elaboraba un pan para las clases altas y a los pobres se les distribuía un pan hecho con cebada, que es más rústica, resistente y no tan demandante bajo cultivo. 

Tiene la raíz fasciculada, pero en cantidad y longitud menor a la de los demás cereales; su tallo es una recta caña hueca, que cuenta con entre seis y ocho entrenudos. Las hojas pubescentes, que envainan el tallo, son largas y delgadas, de color verde amarillento. 

Las flores aparecen reunidas en una inflorescencia terminal de tipo espiga, formada por un raquis o eje floral articulado provisto en toda su longitud de dientes alternos; en ellos se insertan tres espiguillas uniflorales. Cada una posee tres estambres, dos estilos, dos estigmas plumosos y un ovario sentado. Los frutos son cariópsides ovoides aplanados, con puntas aguzadas. 

Una vez sembrados germinan a la semana. Su macollaje no es tan intenso como en el trigo pero sí es similar en rapidez; desde la siembra a éste pasa un mes; tras un mes y medio más florece y desde la floración a la madurez hay otro tanto. Se adapta a todas las latitudes, alturas y climas; se desarrolla rápidamente y resiste bien las sequías, no tanto por sus raíces, que son poco profundas, sino por la poca superficie de sus hojas que así no transpiran tanto. 

Hoy en día hay más de cien variedades cultivadas; las más conocidas son la Hordeum distichon L. usada en la fabricación de cerveza, con el grano muy pegado a las glumillas, denominado “grano vestido” y la Hordeum hexastichon L. usada como forraje pues tiene “grano desnudo”. Las variedades cerveceras prefieren suelos profundos, con arena y algo calcáreos. 

Rusia y Canadá son los principales productores. Su ingesta, debido al alto contenido de fibra, favorece la disminución del colesterol en la sangre. Se la emplea como sucedáneo del café y se utiliza, también, en el malteado y obtención de mostos tanto para elaboración de cerveza como para whisky y ginebra holandesa. El denominado “Carbón”, es una de sus pocas plagas y se controla sencillamente mediante sulfataje.