La Tumbergia

Responde al nombre de Tumbergia o Thumbergia grandiflora, una enredadera o planta trepadora semileñosa, de tallos flexibles y follaje persistente, perteneciente a la familia de las Acantáceas, originaria de India. Suele medir más de 5 metros. 

Tiene hojas simples de forma oval, su borde puede ser dentado o ligeramente crenado, la base es asimétrica, el ápice muy agudo y su superficie áspera al tacto. Da flores solitarias o en inflorescencias con pocos ejemplares; muestran forma de trompeta, son de color blanco (en el caso de la Tumbergia alba) o azul y con el centro amarillo. Si la protegemos del frío florece durante una larga temporada. 

Se multiplica mediante semillas colocadas en sustrato ligero, como ser tierra común de cantero mezclada con arena y cáscara de arroz carbonizada; cuando tienen unas seis hojitas pueden ser trasplantadas; o por esquejes de unos 15 a 20 centímetros. de puntas de ramas nuevas; se las ubica en el mismo sustrato que a las semillas y se riegan a diario hasta que echan raíz. Admite el uso de enraizadores. 

Es poco resistente al frío y no tolera las heladas (aunque si se quema volverá a brotar desde sus raíces cuando regrese el calor). Se la utiliza para recubrir pérgolas u ocultar muros, allí se lucen bien sus largas ramas florecidas, más si se combinan las especies blancas y azules. Su crecimiento es rápido. 

Prefiere ubicaciones que van desde sol pleno hasta semisombra y suelos acidificados, con muchos nutrientes orgánicos, compost de hojas y buen drenaje para evitar que las raíces se pudran. Se la fertiliza frecuentemente pues necesita fósforo y potasio para estar en condiciones óptimas. 

Al llegar la primavera hay que efectuarle una poda de forma y contenido para que florezca abundantemente, dejando, al menos, seis yemas en cada rama. Conviene guiarla con tutores desde el principio para que tome la forma que queremos darle o vaya cubriendo las superficies que necesitamos que cubra.