El Algodonero

Se conoce como algodonero, o Gossypium a una planta textil oleaginosa perteneciente a la familia Malvaceae, de ella hay variedades anuales, bianuales y vivaces. No se puede determinar si es originaria de Oriente o América pues su cultivo se remota a tiempos inmemoriales en ambas zonas. 

Posee raíz pivotante y su tallo comienza siendo herbáceo para convertirse en leñoso con el correr del tiempo. Llega a los dos metros de alto. Sus hojas palmeadas pueden tener tanto 3 como 5 lóbulos y muchas veces hay de ambas en la misma planta. 

Las flores nacen amarillas, cambian luego a rosadas y terminan siendo de color rojo oscuro. Su forma es acampanada y están compuestas por un cáliz y una corola de 5 sépalos y 5 pétalos respectivamente. Los estambres están unidos por sus bases. El ovario parece una pera y cuenta con entre 3 y 5 cavidades. 

Los frutos miden alrededor de 7 por 5 centímetros. Son cápsulas verdes que viran al rojo- violáceo al madurar, en cada lóculo encontramos entre 7 y 10 semillas ovales envueltas en fibras de un color verde grisáceo. Cuando el capullo cambia a morado se abre gradualmente y deja asomar sus filamentos entrelazados semejando copos de nieve. 

Entonces comienza la etapa de la cosecha. Esta se efectúa manualmente, cortando los capullos uno por uno. Se prolonga bastante, dado que no todos los frutos maduran al mismo tiempo y si se los saca antes de su madurez las hebras son quebradizas y no tienen brillo. Luego se colocan a secar, proceso que demanda varios días. 

Posteriormente se lleva a cabo el desmontado, que es cuando se separan las semillas, para la fabricación de aceite, de las fibras, para uso textil. Por último se procede a enfardar el algodón en paquetes a los que se les da el nombre de “balas”. 

El mejor clima para cultivarlo es el subtropical, pero no es exigente en cuanto a suelos; aunque los profundos, sueltos y de composición arenosa son sus preferidos si están en zonas de lluvias abundantes; en zonas secas, con pocas precipitaciones, es mejor que sean arcillosos para que mantengan la humedad. La cantidad adecuada de lluvia está entre unos 800 a 1200 milímetros anuales. 

Para germinar necesita de 14 a 20 grados como término medio diario, ya grande puede soportar temperaturas de hasta 45º; no le va tan bien con el frío porque muere si baja de 0º. Previo a plantarlo hay que efectuar dos aradas, con una posterior pasada de la rastra luego de cada una. 

Las semillas no se deben cubrir con mucha tierra para que no tengan problemas al brotar. Se las ubica en línea continua y luego se ralean las plántulas al alcanzar una altura de 20 centímetros, para que queden entre ellas cerca de 80 centímetros de distancia. Requiere de carpidas con rastra de dientes para destruir las malezas y airear la tierra tantas veces como sea necesario. 

Entre sus principales plagas están la Lagarta rosada y la Oruga del capullo, ambas mariposas muy perjudiciales y difíciles de controlar; si se las encuentra hay que pulverizar con sales amoniacales repetidas veces; eso las controla, pero se recomienda proceder a la quema de los rastrojos luego de la cosecha, pues siempre quedan vestigios y el ciclo puede recomenzar nuevamente.