Se le da el nombre indiferenciado de banana o plátano al fruto producido por esta planta, pero hay diferencia al momento de consumirlos, los plátanos tienen más fécula en su constitución y deben ser cocinados antes de ser ingeridos mientras que las bananas pueden consumirse crudas. Los ejemplares con mayor cantidad de genes de Musa balbisiana producen generalmente plátanos, pero no siempre es así, por lo que no puede tomarse como un patrón fijo.
Esta hierba carece de tronco, sus pseudo tallos están formados por vainas foliares; llegan a medir más de cinco metros y tienen un diámetro de más de treinta centímetros en la zona basal. Las hojas carecen de ápice y su base es redondeada, la cara superior es de color verde intenso y la inferior de un verde mucho más claro, con las nervaduras bien marcadas; pueden medir cerca de tres metros de largo por unos sesenta centímetros de ancho. Tienen largos pecíolos acanalados.
El tallo verdadero, o rizoma, es subterráneo. De él nacen numerosas raíces fibrosas que se adentran más de un metro en la tierra y se expanden también lateralmente. De ese rizoma brotan pseudotallos secundarios de los cuales, en los cultivares, normalmente se deja sólo uno para que el principal no quede debilitado (los otros se emplean para dar origen a nuevas plantas).
Luego de un año, directamente desde el rizoma y del medio del pseudotallo surge una inflorescencia de tipo espiga formada por flores protegidas por gruesas brácteas de color púrpura, que luego caerán. Las primeras hileras, en mayor número, están compuestas por flores femeninas, después aparecen algunas de flores hermafroditas y por último, llegando al ápice, nacen las flores masculinas.
Los frutos se unen formando racimos, o cachos. Cuando maduran su cáscara es amarilla y en el interior la pulpa es de color crema. Poseen un gran valor alimenticio, contienen carbohidratos, vitaminas y potasio, cada uno aporta a nuestro organismo unas 120 calorías. Les toma entre tres y seis meses desarrollarse. La mayoría de las flores femeninas fructifican, pero es mejor seleccionar los mejores frutos, quitando los que se vean defectuosos, para obtener una mayor calidad final.
Las variedades diploides y tetraploides tienen minúsculas semillas oscuras, con la superficie arrugada y una forma irregular; las variedades triploides jamás las producen, pero no son necesarias tampoco pues el método de reproducción más usado es, de todas maneras, la división de los rizomas.
Para que las plantaciones produzcan rentabilidad los suelos deber ser húmedos y fértiles aunque es conveniente que la napa de agua no esté cerca de la superficie pues los rizomas son propensos a contraer hongos.
En terrenos anegadizos se elevan las hileras de cultivo o bien se cavan zanjas alrededor para que el agua corra y no llegue a estancarse.
Al estar su franja de desarrollo en las regiones tropicales y subtropicales, donde las lluvias son tan abundantes, es el ingenio humano el que se pone a prueba para que las cosechas salgan adelante y poder así satisfacer la gran demanda, dado que es una de las frutas más consumidas en el mundo entero.