La Graviola

Se da el nombre común de Graviola, Guanábana o Mole, y el científico de Annona muricata, a un árbol que puede llegar a medir hasta diez metros de alto, perteneciente a la familia Annonaceae. Sus grandes hojas perennes tienen forma oval, bordes lisos y aspecto coriáceo.

Posee flores amarillas, formadas por tres sépalos pequeños y seis pétalos, los tres externos ovales y libres y los interiores más cortos y delgados. El fruto es muy parecido a la Chirimoya porque pertenece a la misma familia, puede pesar entre 2 y 4 kilos; la cáscara es oscura y brillante, cubierta por formaciones a modo de espinas; su pulpa ácida es de consistencia blanda, carnosa y jugosa, de color entre blanco y amarillo.

Alberga muchas semillas oscuras que se desprenden con facilidad. Se come tanto en estado fresco como después de elaborado, se lo utiliza como ingrediente en postres tales como helados y confituras; su jugo es muy apreciado. Hay que cosecharlo apenas su piel se vuelve mate, si se lo deja más tiempo sufre después con el manipuleo y durante el transporte, desmereciéndose su aspecto y echándose a perder bastante antes.

Se lo propaga mediante acodos, estacas o injertos sobre patrón (siendo los mejores para ello los ejemplares de Annona reticulata, Annona glabra y Annona purpurea) o bien mediante semillas, aunque éstas demoran entre uno y dos meses en germinar.

Precisa ubicaciones con muchas horas luz para poder prosperar y prefiere climas medianamente húmedos y cálidos; si la humedad es excesiva se vuelve vulnerable a las plagas y la baja humedad afecta la polinización, por lo que los niveles de productividad bajan.

Requiere de suelos profundos, algo ácidos y con buen drenaje; es común adicionarle Nitrógeno, Potasio y Fósforo cada tres o cuatro meses, para que la fertilización sea gradual y permanente. También se recomienda incorporar materia orgánica antes para reforzar el terreno.

No debe haber más de 200 árboles por hectárea. Hay que desmalezar varias veces al año y efectuar podas de forma y de reducción foliar para que la energía se centre más en los frutos. Las plagas que lo afectan son la Polilla y la Avispa de la Guanábana, el Perforador de la semilla, las Chinches, los Ácaros y los Pulgones, pero es el hongo que produce la Antracnosis el que más daño le causa.

Todas sus partes se emplean en preparados para mejorar la salud, dentro de lo que se ha dado en llamar Medicina Natural. Siendo su uso más difundido el té de hojas; con ellas, una vez secas y trituradas, se producen en los laboratorios comprimidos. Entre sus propiedades encontramos que combate la diarrea, el insomnio, ayuda a bajar la fiebre y calma las molestias de la gripe; y hay entre sus componentes químicos sustancias que podrían ser anticancerígenas.