Es originaria del continente americano, de fácil cultivo; tiene tallos erectos que miden entre setenta y ochenta centímetros y la planta ocupa hacia los lados medio metro aproximadamente; tolera el sol pero prefiere zonas de media sombra; no soporta los fríos fuertes; al llegar el invierno la parte aérea se seca, pero los tallos subterráneos rebrotan cuanto notan que regresó la temperatura adecuada para hacerlo.
Tiene grandes hojas acorazonadas en la base, y lanceoladas hacia el ápice, de aspecto coriáceo, márgenes lisos y color verde intenso. Florece durante el verano (si se halla en climas cálidos la floración se producirá, también, en primavera y otoño), sus pequeñas flores azules acampanadas (constituidas por seis pétalos unidos por sus bases) se reúnen en inflorescencias de tipo espiga, las que deben ser quitadas al marchitarse, para dar paso a nuevas floraciones.
Se reproduce mediante semillas o por división de los rizomas a comienzos de la primavera.
Si precisara fertilizante es mejor aplicar uno especial para plantas acuáticas que viene en pastillas de disolución lenta. Otras especies similares son la Pontederia lanceolata y la Pontederia sagittata, distinguiéndose entre ellas por la forma de las hojas, como su nombre así lo indica. Muchas veces se la confunde con el “Jacinto de agua”, pero éste responde a la nomenclatura científica de Eichornia crasipes y es una especie invasora.