La Pontederia

La Pontederia, o Espigas de Agua, registrada bajo el nombre científico de Pontederia cordata, recibió su nombre en honor del botánico italiano Pontedera. Pertenece a la familia Pontederiaceae. Es una planta acuática, vivaz y rizomatosa, de gran desarrollo, ideal para bordear estanques o ubicarla en partes anegadizas de los jardines; si se introduce en los estanques éstos deberán tener poca profundidad y se la colocará con su correspondiente maceta. Si se la cultiva en tiestos, como ornamento, habrá que procurar que el sustrato (de preferencia arcilloso) esté siempre húmedo. 

Es originaria del continente americano, de fácil cultivo; tiene tallos erectos que miden entre setenta y ochenta centímetros y la planta ocupa hacia los lados medio metro aproximadamente; tolera el sol pero prefiere zonas de media sombra; no soporta los fríos fuertes; al llegar el invierno la parte aérea se seca, pero los tallos subterráneos rebrotan cuanto notan que regresó la temperatura adecuada para hacerlo. 

Tiene grandes hojas acorazonadas en la base, y lanceoladas hacia el ápice, de aspecto coriáceo, márgenes lisos y color verde intenso. Florece durante el verano (si se halla en climas cálidos la floración se producirá, también, en primavera y otoño), sus pequeñas flores azules acampanadas (constituidas por seis pétalos unidos por sus bases) se reúnen en inflorescencias de tipo espiga, las que deben ser quitadas al marchitarse, para dar paso a nuevas floraciones. 

Se reproduce mediante semillas o por división de los rizomas a comienzos de la primavera. Si precisara fertilizante es mejor aplicar uno especial para plantas acuáticas que viene en pastillas de disolución lenta. Otras especies similares son la Pontederia lanceolata y la Pontederia sagittata, distinguiéndose entre ellas por la forma de las hojas, como su nombre así lo indica. Muchas veces se la confunde con el “Jacinto de agua”, pero éste responde a la nomenclatura científica de Eichornia crasipes y es una especie invasora.