La Margarita de chocolate

La conocida vulgarmente como “Margarita de chocolate”, es una planta herbácea perenne, aunque de apariencia arbustiva, que pertenece a la familia Asteraceae Es originaria de América del Norte y responde al nombre científico de Berlandiera lyrata. 

Las flores se abren por la noche y en la mañana despliegan todo su delicioso aroma a cacao, el cual puede ser percibido a muchos metros de distancia. Por su buen aspecto y su agradable perfume se la utiliza como ornamento en los jardines. Puede llegar a medir sesenta centímetros de alto por unos cuarenta a lo ancho. 

Se la propaga mediante semillas o por división del rizoma; prefiere ubicaciones con sol pleno la mayor parte del día, aunque soporta hasta media sombra. Es bastante tolerante a la sequía. Necesita tierras ligeras y profundas, con buen drenaje; cuando se la cultiva en maceta sufren mucho sus raíces por la falta de espacio y los ocasionales anegamientos. En los climas muy fríos es bueno proteger la base de la planta con mulch por precaución. 

Posee tallos erectos muy ramificados y hojas aterciopeladas verde-grisáceas con los bordes profundamente crenados. Necesita abono todo el año y más en época de floración; ésta se produce durante la primavera y parte del verano. Es propensa al ataque de los hongos pero esto puede controlarse con la aplicación de un fungicida sistémico y, antes de que aparezcan las primeras flores, es conveniente efectuar rociados con un insecticida de amplio espectro, más que nada para prevenir las cochinillas que suelen ensañarse con ella. 

Hay una especie llamada “Ojos verdes” porque el centro de las flores es justamente de ese color, diferenciándose así de los más comunes que son marrones; los ocho rayos que rodean el centro son amarillos con finas rayas rojas en su envés, toda la inflorescencia mide entre seis y siete centímetros. Producen mucho néctar y eso atrae a las abejas. 

El cáliz está formado por varios sépalos verdes, pubescentes, superpuestos; son persistentes y sirven luego como contenedores para las semillas, que son marrones cuando maduran. Se los cosecha para realizar con ellos arreglos de flores secas, ya que conservan una bella apariencia en conjunto.