1) La Germinación. Tiempo que transcurre entre la siembra de la semilla hasta que emerge fuera del suelo, en condiciones climáticas normales de temperatura y humedad puede tomar entre ocho y diez días.
2) La Foliación. Lapso de desarrollo de sus primeras hojas; comúnmente se extiende por unos diez a quince días, tras lo que veremos a la plántula ya bien formada; luego seguirá creciendo en altura y emitiendo más hojas durante otros veinte o veinticinco días.
3) El Macollaje. Mientras el proceso anterior continúa, alrededor de los dos meses, la planta emite en su base nuevos brotes que al principio son rastreros y se yerguen después dando origen a nuevos tallos (estos tienen la virtud de poder ser trasplantados y producir a su vez más individuos), la cantidad y el vigor de los mismos depende de la variedad del cereal, de la calidad del suelo y de la temperatura ambiente; esto lleva entre setenta y noventa días.
4) La Floración. Desde el momento en que la espiga (tipo de inflorescencia en que culminan los tallos) se forma hasta que sus flores son fecundadas. La flor está contenida dentro de las glumelas, en ella hay tres estambres con anteras alargadas que contienen polen; en el centro de la misma asoma un pistilo de un solo ovario con dos estilos rematados por dos estigmas. Durante la floración los estambres se abren alargándose y vuelcan el polen en los estigmas, luego de esto las glumelas se separan un poco y los estambres vuelcan fuera el polen sobrante, esta forma de fecundación interna hace difícil que se produzcan cruzamientos naturales entre las distintas variedades de trigo, pero sí se han conseguido en laboratorio para mejorar la especie. Como la fecundación no se produce toda al mismo tiempo se calcula que esta fase demanda dos semanas.
5) La Fructificación. Cubre el tiempo que transcurre desde la fecundación hasta la que los granos adquieren la consistencia y cualidades que los califican como maduros, necesitan de treinta a cuarenta y cinco días; si en ese momento la temperatura es muy elevada el grano se “arrebata” y si es muy baja se retarda el proceso, la maduración se ralentiza y la composición interna del fruto es deficiente.
De lo explicado se desprende que el cultivo de una planta de trigo lleva, dependiendo de la variedad elegida y de los factores externos (buena preparación del terreno, arado a conveniente profundidad, fertilidad o fertilización adecuada, vientos de suaves a moderados, lluvias oportunas y temperatura en normal aumento) desde unos ciento cincuenta a unos ciento ochenta días en total.