El Cafeto

Recibe el nombre común de Cafeto, y el científico de Coffea spp. un arbusto perennifolio originario de Africa (Etiopía) o de Asia (Yemen), no se sabe a ciencia cierta. Pertenece a la familia Rubiaceae. Crece más de diez metros en estado natural pero en los cultivares se reduce su altura para facilitar la cosecha. Con sus semillas tostadas y molidas se prepara la bebida estimulante más consumida en todo el planeta: El café. 

La planta contiene un alcaloide denominado cafeína que, al ser ingerido por el cuerpo humano, estimula el sistema nervioso central, ayudando al organismo a mantenerse despierto y a concentrarse en las tareas que deba realizar por un tiempo más prolongado. También aumenta la presión sanguínea y no es bueno para personas hipertensas. 

Posee hojas ovales y opuestas, de color verde oscuro y aspecto coriáceo, con los bordes suavemente festoneados. Recién al tercer o cuarto año de vida comienza a florecer. Las flores aparecen reunidas en inflorescencias axilares; las hay de color blanco y también rosadas, con mucha fragancia. Algunas especies se auto fecundan mientras que en otras esa labor la efectúan los insectos. Los frutos son drupas de color rojizo con aspecto similar a las cerezas; poseen una pulpa dulce y en su interior tienen dos semillas. Precisa de bastante humedad para fructificar. 

En condiciones favorables tiene una vida productiva de entre 50 y 60 años. La variedad Coffea arabica produce mejores frutos (menos cafeína y más dulzor natural) pero la variedad Coffea canephora es más resistente a los cambios climáticos y las enfermedades, adaptándose además a mayor cantidad suelos. Igualmente ambas prefieren tierras ligeras con pH ácido, no funcionan en terrenos arcillosos pues no drenan adecuadamente; tampoco en los arenosos porque éstos no retienen la cantidad suficiente de agua. 

Hay varias formas de obtener nuevos cafetos: Por semilla, por esqueje semileñoso, por injerto y por estaca. El riego debe ser regular intensificándolo en la época en que da fruto. Se le realizará una poda periódica, de formación, mientras vaya creciendo; y en la madurez una de rejuvenecimiento, quitando ramas viejas que ya no producen, tengan malformaciones o estén rotas. 

Es muy propenso a sufrir deficiencia de minerales y cada tanto hay que proporcionárselos. Son varias las plagas que le afectan, entre ellas la Cochinilla, los Nematodos y el Minador; sufre también enfermedades como la Roya, la Antracnosis, el Mal de Hilachas y la Llaga estrellada.