Da flores bisexuales amarillas, similares a campanas alargadas, a veces atrompetadas, que se reúnen en inflorescencias cimosas, que pueden ser tanto terminales como axilares; los largos tallos que las sostienen son fuertes pero de apariencia grácil y se mueven con la brisa cuando están cargados de capullos esféricos, antes de que los cinco pétalos, que están recubiertos por una sustancia que destella al reflejar la luz y les da apariencia cristalina, se desenvuelvan y se alarguen.
En épocas de sequía hay que duplicar el riego porque de otra manera la floración será escasa y hasta nula. Posee numerosos estambres con anteras rebosantes de polen blanco. El cáliz es verde y lo conforman cinco sépalos acuminados soldados. El fruto es una cápsula carnosa dehiscente. Las semillas son planas y aladas.
Las hojas basales, que surgen del tallo subterráneo, o rizoma, desaparecen cuando da flor; son acorazonadas y se agrupan en forma de roseta; los tallos florales, en cambio, tienen hojas pecioladas con forma de palma, similares por su aspecto a las de los Arces, pero color verde intenso, al formarse los frutos se vuelven doradas.
Las condiciones ideales para esta planta son los climas
templados y los suelos profundos ricos en humus, no alcalinos. Mediante la
aplicación de fertilizantes líquidos se consigue que de mayor cantidad de
flores. Si la mata crece mucho hacia los lados podemos dividirla, esto se lleva
a cabo perfectamente en primavera y otoño.