La Banksia cuneata

Llamamos Banksia cuneata o “Matchstick Banksia” a un arbusto endémico del sudoeste de Australia que mide alrededor de tres metros de alto, forma parte de la familia Proteaceae y se encuentra en peligro de extinción. 

Es común que poblaciones enteras de esta especie sean consumidas por el fuego pero renacen luego gracias a las semillas que han quedado en tierra; esto es porque los frutos están protegidos por una gran cantidad de resina que no les permite la dehiscencia, cuando esta resina se consume debido a las altas temperaturas las cápsulas se abren y hay una nueva eclosión de la especie. 

A pesar de ese buen sistema de autoprotección, cuando los incendios son frecuentes la cantidad de ejemplares va disminuyendo notablemente, y es que la planta recién alcanza su madurez reproductiva al cabo de cuatro años. No es una planta de cultivo, a pesar de sus bellas flores que abren en la primavera, dado que sus hojas espinosas dificultan la recolección. 

Tiene varios troncos que podrían llamarse principales, cubiertos por una suave y delgada corteza gris y de ellos nacen numerosas ramas. Los tallos jóvenes están recubiertos por pelos ásperos al tacto, aunque los pierden al envejecer. Su follaje irrita la piel; las hojas apenas pecioladas, de color verde grisáceo, que miden de uno a cuatro centímetros, tienen el borde dentado; al igual que los tallos son pubescentes al nacer pero pierden esa característica con el paso de los días, tomando aspecto coriáceo.

Las flores aparecen agrupadas en inflorescencias terminales con forma redondeada semejante a un domo, que contienen alrededor de sesenta de ellas, pueden ser de color rosa o crema, la base está protegida por brácteas que las envuelven. Cada flor, de unos cuatro centímetros de largo, consta de un perianto tubular comprimido a modo de vara formado por cuatro tépalos unidos, un pistilo y un estilo libre. El polen es verdoso. Las poliniza un ave, también endémica de la región, que recibe el nombre de “Honeyyeater”. 

Cuando las flores caen dejan ver un receptáculo grisáceo lignificado cubierto de una fina pelusa que está dividido en cinco compartimentos; cada uno contiene dos o más semillas; éstas son triangulares y poseen un ala higroscópica que mide la humedad ambiente; tardan tres semanas en germinar. Prefieren los suelos profundos, arenosos, con buen drenaje y ubicaciones con mucho sol y poco viento.