Da flor rápidamente y su cultivo no presenta dificultades. Tiene aspecto achatado y globoso, su color varía entre el gris amarronado y el verde azulado.
Se lo propaga mediante semillas o por división del tallo o de los tubérculos. Necesita mucho sol pero también puede tolerar algo de sombra. El riego debe ser moderado durante el verano y muy escaso en invierno.
Usar como fertilizante alguno rico en potasio y aplicarlo cada dos semanas en los meses cálidos, nunca nitrogenado.
A partir de su primer año de vida, en la primavera, da grandes flores blancas, rosas, anaranjadas o rojas; los estambres son de color púrpura y las anteras y el estigma amarillos.
Sus espinas (u hojas modificadas) son muy filosas y hay que manejarlos con cuidado; son cortas y se agrupan de a 5 o de a 7, en forma de estrella, curvadas hacia el tallo; su color varía entre marrón o gris muy claros, lo que las hace parecer blancas.
Los frutos son verdes y dehiscentes. Sirve tanto para ser cultivado en jardines rocosos como en macetas. Suelen atacarlo los hongos si el suelo no contiene arena y no cuenta con buen drenaje. Para otras plagas basta con hacerle un tratamiento preventivo con un insecticida de amplio espectro antes de que comience la floración.