Da pequeñas flores axilares de exquisito perfume, parecido al del sándalo. La corola tiene seis pétalos blancos rotados y apariencia de estrella, con un tubo anaranjado en el centro. Se abren por la noche y por la mañana caen, dejando el jardín tapizado de flores; ese fue el detalle que más impactó al naturalista Linneo al bautizarla. Un baño de tina con ellas es muy refrescante y deja la piel aromatizada. También se les quita el tubo central y se lo deja secar para fabricar tinturas.
Posee hojas pecioladas simples, opuestas y acuminadas; miden 10 centímetros de largo por 5 de ancho, tienen aspecto coriáceo y el borde entero. Aunque el gusto es amargo su infusión es indicada contra infecciones por hongos; se asegura que es inmunoestimulante y hepatoprotectora; que sirve para tratar la ciática, la artritis, la fiebre y también como laxante. La infusión de tallos se usa contra el dolor de cabeza y la de las flores como antifebril.
Otro efecto benéfico es la estimulación gástrica, y posee acción astringente por lo cual se aplica sobre úlceras; además, en casos de congestión, es un buen expectorante. La infusión de corteza es recomendada como antídoto para las picaduras de serpiente. La decocción de las semillas se usa como tónico capilar. Su aceite esencial, similar al del jazmín, es muy apreciado en Perfumería.
Los frutos son achatados, marrones y acorazonados, rodean una cápsula bilocular que contiene una semilla en cada lóculo; se lo propaga mediante ellas y a través de esquejes. Le agradan las ubicaciones que van desde sol pleno hasta media sombra; prefiere suelos ligeramente fertilizados y con buen drenaje. Los hongos pueden llegar a afectar el follaje pero se los controla bien con un pulverizado a base de sulfuro.