Posee hojas compuestas formadas por pares de 5 a 8 folíolos elípticos, pubescentes, de entre medio y un centímetro de largo, que se ubican en las ramas de manera opuesta. Da pequeñas flores axilares con cinco pétalos amarillentos de bordes redondeados y cinco sépalos verdes acuminados, a la semana apenas de brotar ya se transforman en un fruto que contiene cuatro o cinco semillas. Están provistos de dos púas muy duras que se enganchan en la piel con facilidad, provocando heridas en quienes llevan los pies descalzos.
Las semillas se siembran al voleo, cubriéndolas con apenas una fina capa de arena tamizada con tierra suelta; conviene efectuar esto hacia finales del invierno en invernadero, para que estén fuertes las plántulas en primavera y puedan ser trasplantadas una vez que ya no haya peligro de heladas tardías. Se la usa como alimento para el ganado, los frutos se adhieren al cuero o la lana de los mismos y así se propagan las semillas.
Dentro del marco de la medicina no tradicional se emplean distintas partes de la planta (preparándolas en tisanas para su ingestión o a través de compresas humedecidas en el líquido de la decocción para uso externo) como analgésico, diurético e hipotensor; a los frutos se les atribuye un efecto tonificante y se los considera excelentes astringentes en caso de disentería o hemorragias. Por su alto contenido de saponinas no se recomienda su ingestión salvo en pequeñas dosis (el exceso intoxica, produciendo vómitos, dolor de estómago, problemas hepáticos y renales) y bajo prescripción médica.
Aunque es típica de regiones templadas sobrevive en zonas desérticas y con suelos pobres. En algunos lugares se transformó en invasiva y se la busca erradicar, o al menos contenerla; hay herbicidas potentes que la eliminan de inmediato, pero las semillas diseminadas conservan su poder germinativo más de cinco años. Lo usual es removerla manualmente, pues ni siquiera la siega es totalmente efectiva, dado que pueden quedar partes de los tallos rastreros adheridos a la tierra.