La Grifonia

Conocemos por el nombre común de Grifonia, y la denominación científica de Griffonia simplicifolia, a un arbusto, si se lo mantiene mediante podas, o una planta trepadora, si se lo deja crecer en libertad, que es originario del oeste de África y pertenece a la familia Fabaceae. 

Emite ramas recubiertas por una corteza color marrón oscuro. Sus hojas son simples, verdes, ovaladas, con el vértice acuminado y aspecto coriáceo; tienen los bordes festoneados, nervaduras prominentes y estípulas triangulares; están sostenidas por pecíolos de cerca de un centímetro y medio y se distribuyen de manera alterna en las ramas; miden entre seis y doce centímetros de largo. 

Da flores verde-amarillentas, bisexuales, pediceladas, con el cáliz tubular, protegidas por brácteas y bractéolas triangulares muy pequeñas y persistentes, que se agrupan en inflorescencias axilares de tipo racimo piramidal de hasta veinte centímetros de largo. 

Los frutos son vainas casi cilíndricas infladas, dehiscentes al madurar, que contienen de una a cuatro semillas orbiculares mediante las cuales se la reproduce. De las semillas se extrae un polvo blanco-grisáceo que posee entre 95 y 98% de 5-HTP (5-hidroxytriptophan, un precursor de la serotonina que nos ayuda a generarla al ingresar a nuestro organismo).

Al 5-HTP se le añaden luego vitaminas antes de encapsularlo, o se lo mezcla con té verde o yerba mate para ser ingerido a diario. Ese componente químico de la Grifonia reemplaza de manera natural a drogas antidepresivas muy fuertes que provocan adicción en los pacientes. Es administrada también en casos de dolor de cabeza crónico, fibromialgia e insomnio, por ello es que se la cultiva y utiliza cada vez más en el mundo entero.