Posee ramas tomentosas de color marrón claro.
Su follaje es aromático; debido a ello y a sus bellas flores, de un tono blanco-crema, se lo emplea como ornamento en los jardines. Tiene hojas oblongas cortamente pecioladas, verde-grisáceas (con las nervaduras más oscuras) y de pubescentes a hirsutas (cubiertas por abundantes pelos blancuzcos, amarillos o marrones), de unos cuatro a seis centímetros de largo por uno o dos de ancho, con el vértice obtuso, el margen entero y el reverso más claro.
En primavera se cubre de flores pediceladas que miden cerca de tres centímetros de diámetro, nacen reunidas en inflorescencias tanto axilares como terminales de tipo umbela; cuentan con seis pétalos libres (aunque muchas veces sólo presentan cinco) dispuestos en forma de estrella y diez estambres con gráciles filamentos blancos que sostienen anteras dehiscentes repletas de polen amarillo; el estigma es lobulado.
Los frutos son bayas de color marrón.
Cuesta bastante reproducirlo mediante semillas, las cuales son pardas y arriñonadas, dado que están recubiertas por una testa muy dura; pero sí es fácil hacerlo a través de esquejes frescos obtenidos de los renuevos anuales.
Prefiere ubicaciones a media sombra, aunque no muy densa; necesita suelos con buen drenaje y el riego debe ser regular. Una vez que se ha adaptado al terreno puede soportar sequías esporádicas. Es bastante rústico, por ello no exige demasiados cuidados, y no le afectan mayormente ni plagas, ni enfermedades.
