Corona de novia

Se conoce popularmente como Corona de Novia a un arbusto perenne, originario de China y Japón, que alcanza los dos metros de altura. Responde al nombre científico de Spiraea cantoniensis y es miembro de la familia Rosaceae. Comienza a florecer finalizando el invierno y continúa ya bien avanzada la primavera. Prefiere climas templados pero puede soportar también los fríos. 

Crece bastante a lo ancho y debido a ello necesita suficiente espacio, es ideal para jardines amplios, plazas y parques. Es resistente y se adapta a diferentes tipos de suelo, pero prefiere los alcalinos, arenosos, livianos, fértiles, profundos y con buen drenaje. En los arcillosos su desarrollo es lento. Tiene hojas simples, de cerca de 5 centímetros de largo. con forma de diamante y bordes algo dentados, de color verde oscuro por el frente y verde azulado por el revés; al llegar el otoño amarillean y caen. 

Las flores son pequeñas, blancas, pecioladas, con cinco pétalos y largos estambres; se agrupan en umbelas y dan un suave aroma. Hay variedades, como la “Lanceata” con flores dobles. Se lo puede propagar mediante estacas en el verano y por división de matas a finales del otoño o comienzos de la primavera. Precisa ubicaciones a pleno sol, puede estar a media sombra pero su floración será menos abundante. Necesita una humedad constante pero jamás anegamiento del terreno. 

Para fertilizarlo se usa compost o humus de lombriz. Se lo poda siempre después de la floración para darle buena forma y eliminar ramas que se crucen o entrelacen. Sus plagas más comunes son: El oídio, contra el cual podemos usar fungicidas sistémicos y los pulgones, para los que basta emplear un simple insecticida de contacto, alcohol de ajo o agua jabonosa.