Kokedama y Wabi-Kusa

Se denomina Kokedama a una clase especial de bonsái, éste no emplea recipientes contenedores si no que las raíces de las plantas quedan a la vista, apenas cubiertas por una capa de musgo. En el interior una mezcla de tierra, o turba, y arcilla (llamada akadama) ayuda a dar la forma esférica y brinda sostén a las raíces. No precisan más cuidados que los bonsáis tradicionales, simplemente los ubicaremos en lugares con mucha luminosidad donde no les dé el sol directo, aunque en esto influirá también el tipo de planta que elijamos para confeccionarlo, dado que todas tienen diferentes demandas de sol y agua; por ello el riego dependerá también de la atmósfera del sitio donde lo ubiquemos y de la variedad empleada.

Para regarlos basta con sumergirlos apenas en un recipiente con agua por unos minutos, hasta que no se vean salir más burbujas de aire; hay controlar frecuentemente la humedad ya que al no haber un recipiente contenedor el agua se evaporará más rápido. El Kokedama luce muy bien colocado sobre un plato o sobre una piedra plana, apoyado sobre una mesa o cualquier otro mueble se convierte en un adorno más. Hay también ejemplares colgantes y se puede ambientar un espacio de la casa con ellos, como la sala o el jardín de invierno, usando distintos largos de soga para conseguir el efecto buscado.

Algo similar luce el Wabi-Kusa sólo que lo armaremos dentro de una pecera. Se trata de recrear un hábitat acuático parecido a los naturales. Colocamos poca cantidad de agua y la parte aérea de las plantas queda elevada, mientras que sus raíces se fijan en una bocha similar a la del Kokedama. Pero ya no será un árbol solo si no que utilizaremos varias clases de plantas y con distintos tonos de verde para dar un toque alegre. 

Ese arte de armonizar la vida vegetal con la animal se divide en cuatro estilos bastante diferenciados: 1) El estilo holandés, que usa plantas frondosas y flores coloridas con diferentes tamaños de hojas y texturas, que cubren casi por completo el sustrato imitando un jardín en miniatura; 2) El estilo natural o japonés, que evoca paisajes imitándolos de manera casi perfecta, interpretando los conceptos del Wabi-sabi que basa su diseño en el minimalismo y lo efímero de la belleza; 3) El estilo biotópico, que reproduce un entorno acuático tratando de que todo se halle proporcionado y 4) El estilo paludarium que busca coincidencias entre el mundo subacuático y el terrestre, ideal para contener especies de animales anfibios que precisan de ambos para vivir.