Los Carnosos son los que poseen un pericarpio grueso y suculento; son indehiscentes y, por lo tanto, no se abren por sí mismos; aunque al madurar se descomponen dejando en libertad las semillas que estaban conteniendo. Entre ellos distinguimos dos tipos bien diferenciados: Las Bayas y las Drupas.
Muchísimas son las plantas que dan Bayas. En éstas el mesocarpio es blando, con una o más cavidades pero sin carozo, por ejemplo las uvas, las grosellas, los tomates y el melón. En la Drupas el mesocarpio también se encuentra muy desarrollado, pero la diferencia está en el endocarpio que se vuelve leñoso, creando un hueso o carozo para envolver la semilla y protegerla, entre ellos se ubican las cerezas, las ciruelas y los duraznos.
En el grupo de Frutos Secos están aquellos cuyo epicarpio y mesocarpio se secan al alcanzar la madurez. Hay frutos secos indehiscentes, los que no se abren al madurar, y entre ellos tenemos las siguientes variedades: 1) Cariópside, fruto seco con una sola semilla; con el epicarpio y el mesocarpio delgados y membranosos, íntimamente soldados y confundidos; esto se ve claramente en las gramíneas, tales como el trigo, la avena, el arroz y demás. 2) Aquenio, también con una sola semilla pero su pericarpio y mesocarpio no están fundidos y se los separa con facilidad, entre ellos se encuentran el cardo y el girasol. 3) Sámara, un fruto seco con sólo una cavidad que puede albergar una o varias semillas; el pericarpio está fundido con el mesocarpio y se extiende formando una lámina membranosa, una especie de ala que le servirá luego para que el viento lo transporte, así son los frutos del arce y del olmo.
Y frutos secos dehiscentes, clasificados como: 1) Folículo, un fruto seco con una sola cavidad (unicarpelar), contiene varias semillas distribuidas en dos hileras; su pericarpio, fundido con el mesocarpio, se abre en una sola valva mediante una hendidura longitudinal, así sucede en la Espuela de Caballero. 2) Vaina, que es el fruto típico de las legumbres, posee una sola cavidad y una o dos hileras de semillas en su interior; se abren como dos valvas mediante dos aberturas longitudinales en sus lados; así es en las arvejas, las habas y los porotos, por ejemplo. 3) Cápsula, estos frutos están formados por varios carpelos soldados entre sí de modo que constituyen un delgado pericarpio con una o varias cavidades donde están las semillas; su dehiscencia o apertura se lleva a cabo a través de hendiduras longitudinales que lo dividen en otras tantas valvas, como podemos ver en la Adormidera que cuenta con aberturas en el vértice de las cápsulas. 4) Silícua, este tipo de fruto está formado por dos carpelos soldados lateralmente, con una cavidad dividida en dos partes por una lámina, a cada lado de la cual se encuentran insertas las semillas, son así los frutos del alelí, del berro, de la col y de las crucíferas en general (aquellas con flores de cuatro pétalos en forma de cruz). 5) Pixidio, un fruto seco globoso, con una o varias cavidades y con muchas semillas; lo distingue su escisión circular que es transversal al eje; es el caso del beleño y la verdolaga.
Quedan por mencionar los frutos (o infrutescencias en este caso) que no nacen de una sola flor, sino que son el resultado conjunto de todas las flores que comparten una inflorescencia, algunos de ellos son el ananá, la mora y la piña.