El Frijolillo

Damos el nombre popular de Frijolillo a un árbol caducifolio originario de América Central, que pertenece a la familia Fabaceae y responde a la denominación científica de Gliricidia sepium; su altura oscila entre los dos y los veinte metros, alcanzando su tronco (el cual, la mayoría de las veces, no es recto) medio metro de diámetro. 

La corteza, oscura con toques de amarillo o de gris, mide cerca de un centímetro de espesor. Sus ramas crecen en forma ascendente al principio pero repentinamente continúan su desarrollo de manera horizontal. Está provisto de una raíz pivotante fuerte que llega a gran profundidad y presenta como particularidad raíces secundarias laterales que crecen en un ángulo de noventa grados con respecto a ella; se desarrollan en simbiosis con las bacterias Rhizobium y Bradyrhizobium, por lo que son buenas para fijar el nitrógeno al suelo. 

La copa es muy irregular y su follaje denso; sus hojas, de un color verde intenso, son grandes y pecioladas, están compuestas por entre siete y veinticinco folíolos de forma de oval a elíptica, con bordes enteros y  apariencia coriácea. 

Las flores son zigomorfas, hermafroditas, pequeñas y de color rosa, aparecen reunidas en apretados racimos axilares que llegan a los veinte centímetros de largo; emanan un dulce perfume; la polinización es entomófila, los insectos que más las visitan son los abejorros. 

Sus frutos son vainas dehiscentes de entre diez y veinte centímetros de largo, con un ancho de tres centímetros; son color verde claro en su juventud y se vuelven más oscuras con el paso del tiempo. Contienen de tres a diez semillas planas y redondeadas, lisas y pardo-amarillentas; mantienen su capacidad de reproducción por más de diez años, una vez puestas en tierra germinan en sólo cuatro días; las plántulas deben ser protegidas de la maleza hasta que tomen fuerza; ya cuando adulto el árbol mismo no permite que se desarrollen malas hierbas en su entorno, esto puede ser debido a su densa sombra o por algún efecto químico que producen las hojas al caer y descomponerse. 

También podemos reproducirlo mediante estacas de madera dura. Necesita de climas tropicales cálidos con dos temporadas, húmeda y seca. Se adapta a muchos tipos de suelo siempre que tengan buen drenaje. Todas sus partes son aprovechables; de él se obtienen madera y leña, también forraje, atrae a las abejas para la producción de miel y hasta sirve como insecticida. Es ideal para reforestar pues es la sexta especie en el mundo en cuanto a supervivencia y la cuarta en términos de producción de biomasa. Por la belleza de sus flores queda muy bien como ornamento en los jardines. Resiste bien las plagas y las temperaturas altas, no así a las muy bajas.