Los musgos

Los Musgos o Briófitas, que reciben el nombre científico de Bryophyta, son plantas no vasculares que pueden reproducirse tanto sexual como asexualmente. Generalmente miden de uno a diez centímetros de alto pero se han hallado especies de hasta cuarenta centímetros. Hace cuatrocientos cincuenta millones de años las plantas empezaron a abandonar el medio acuático para poblar las tierras emergidas y las primeras en hacerlo fueron las briófitas. Dentro de los ecosistemas en los que viven cumplen la importante función de mantener húmedo el suelo para evitar que se degrade y sirven también como refugio a miembros minúsculos de la fauna. 

Los hay dioicos y monoicos. En los primeros los órganos sexuales femeninos y masculinos están en individuos distintos, mientras que en los monoicos se encuentran en el mismo. La fecundación se efectúa en un medio acuoso, debido a que el espermatozoide debe trasladarse desde el anteridio (órgano masculino) hacia el arquegonio (órgano femenino), propulsándose mediante dos flagelos que lo ayudan a llegar a su objetivo; por lo tanto sin agua no hay fecundación. Así es que viven en lugares húmedos y oscuros donde la luz solar no puede evaporar el líquido vital. Hay otros musgos que generan estructuras vegetativas llamadas “gemas”, las cuales eventualmente se desprenden dando origen a nuevas plantas, siendo en ese caso una reproducción asexual. 

Se los emplea como ornamento porque cubren rápidamente espacios (Pogonatum y Polytrichum son las especies más buscadas con ese fin) y en las macetas, además de decorar, mantienen la humedad de la tierra; para hacerlo se deben tomar porciones de la colonia madre y mantenerlas en condiciones similares a las del lugar de donde se las extrajo y acidificar la nueva colonia agregando yogur o suero, en superficies porosas como maderas o ladrillos es donde mejor se sienten. Si, por el contrario, se los quisiera erradicar basta con calcificar el agua y aumentar la cantidad de luz. 

Se los ha agrupado en ocho diferentes clases: Takakiopsida, Oedipodiopsida, Sphagnopsida, Andreaeopsida, Andreaeobryopsida, Polytrichopsida (dentro de ésta se halla el Dawsonia superba que es el más alto de los musgos), Tetraphidopsida y Bryopsida (la que agrupa la mayor cantidad de musgos, más de un noventa por ciento). Hay musgos asociados a cianobacterias que fijan el nitrógeno al suelo, por lo que se los emplea para recuperar tierras que se volvieron improductivas. Otros se usan para cultivar orquídeas, otros para los helechos, otros para los champignones y los hay también para realizar acodos aéreos porque estimulan la aparición de raíces adventicias. 

Nunca se les deben agregar fertilizantes porque éstos, principalmente los que tienen como base sulfato de hierro, los matan. Hay una especie de musgo conocida como Sphagnum que reemplaza al algodón, superando incluso sus virtudes; absorbe tres veces más líquido, es más suave, fresco y ayuda a la cicatrización de la piel; la especie Polytrichum commune tiene propiedades antifebriles y anti inflamatorias, preparado en infusión se asegura que aliviana notablemente los síntomas del resfriado.