La Hiedra

Conocemos como Hiedra, o Hedera hélix, a una enredadera trepadora originaria de Eurasia. Pertenece a la familia Araliaceae. Se aferra, buscando soporte, a las paredes u otras plantas mediante sus fuertes raíces adventicias. Puede llegar a medir hasta cincuenta metros de largo. En América hay una variedad venenosa. 

Tiene hojas simples, perennes, de color verde oscuro (con las nervaduras más claras) y aspecto coriáceo, que se ubican de manera alterna en los tallos; su tamaño fluctúa entre los 4 y los 12 centímetros aún dentro de la misma planta. Da flores pequeñas que se reúnen en inflorescencias de tipo umbela; los frutos son bayas oscuras de poco más de medio centímetro que pueden contener de 2 a 5 semillas, como son altamente tóxicos (provocan diarrea, vómitos, y hasta convulsiones) conviene no tener estas plantas al alcance de niños y mascotas. 

Debido a la saponina, que es su sustancia activa, se le atribuyen propiedades expectorantes y antiespasmódicas; pero para preparar un té con ellas sólo se utilizan estando secas, jamás frescas. La industria cosmética la emplea para fabricar cremas y lociones anticelulíticas, dado que en la medicina no tradicional ya se usaba la decocción de las hojas en forma de compresas sobre la piel afectada, pues  producían un efecto relajante y anti inflamatorio. 

Es sencilla de multiplicar, mediante renuevos de más de diez centímetros introducidos en turba húmeda o bien mediante acodos, apoyando uno de sus tallos sobre una maceta con tierra y en cuanto echa raíces se corta y se separan ambas plantas. Cada dos años hay que cambiarla de maceta debido a su gran desarrollo, allí aprovechamos para reemplazar el sustrato por uno nuevo con más nutrientes. Es bastante longeva y con el paso del tiempo adquiere más y más tamaño, es conveniente entonces trasladarla al jardín. 

La tradición indica que nunca florece en interiores, pero algunas demuestran lo contrario, dando hermosas flores pedunculadas, que cuentan con cinco pétalos amarillos y numerosos estambres blancos con las anteras amarillas; el ovario, que es posterior y alargado, está rodeado por cinco sépalos verdes soldados. Hay siete especies conocidas y dos de ellas pueden cultivarse en maceta, bajo techo en los patios y galerías o en el interior de las viviendas; algunas muestran hojas totalmente verdes y otras variegadas, con bordes o vetas blancas o amarillas. Necesitan estar en lugares frescos y nunca cerca de calefactores. Es adecuado regarlas dos veces a la semana en verano y sólo una durante el invierno. 

Cada tanto se le aplica abono líquido, y se le realizan podas de forma y mantenimiento dos veces al año. La atacan hongos tales como el Xanthomonas hederae que le provoca manchas foliares (hay que combatirlos con preparados a base de cobre), y puede contraer Antracnosis o ser afectada por Negrilla, un hongo negro que vive sobre la melaza excretada por pulgones y cochinillas, para eliminarlos se debe embeber un algodón en alcohol metílico y pasarlo por el revés de las hojas. Los Trips y la Arañuela roja también la perjudican; para mantenerlos alejados se la pulveriza con agua jabonosa preparada con jabón neutro. También sirven, por supuesto, los insecticidas sistémicos.