Souvenirs

Es común obsequiar a los invitados a una boda cuando se marchan un recuerdo del evento; hay muchas posibilidades de realización pero una muy elegante y que se puede adecuar a la decoración que tenga el salón, o también tener similitud con el ramo que lleve la novia, es la de confeccionar pequeñas canastas o bien macetas con plantas o con arreglos florales, ya sean éstas secas o naturales. 

Como la fecha hay que conseguirla con antelación nos da bastante tiempo para ir preparándolos. Si elegimos canastas de mimbre u otro tipo de material con aberturas utilizaremos flores secas; si la elección recae en recipientes de vidrio, cerámica o porcelana podremos incluir dentro esponjas de floristería húmedas para que las flores frescas se mantengan bien durante las horas que dure la fiesta. 

Otra opción son las macetas de arcilla roja del tipo denominado bizcocho (de primera cocción sin esmaltar), o también esmaltadas (en su defecto hasta podemos pintarlas con una buena pintura en aerosol de tonos oro, plata o cobre que brindan un excelente acabado. Para que el souvenir sea delicado es necesario que el diámetro de la parte superior de las macetas no exceda los cinco o seis centímetros. 

Si se desea regalar plantas se consiguen semillas y se las siembra en almácigo hasta que alcancen el tamaño apropiado para el trasplante (eligiendo, obviamente, semillas de variedades de rápida germinación) o se las coloca directamente en el contenedor definitivo. También podemos sembrar césped y queda muy agradable a la vista, más cuando se puede cortar con tijeras para darle la forma deseada, por ejemplo un corazón. 

Es hermoso también hacer pequeñas reproducciones del ramo de la novia y colocarlos en las macetitas, aparentarán ser simpáticos árboles. Para finalizar el armado de cualesquiera de los modelos elegidos sólo resta agregarles cintas y lazos, sin olvidar la tarjeta en la que han de figurar el nombre de los novios y la fecha de la ceremonia.