Sus hojas deciduas son simples, ovales y acuminadas, de color verde (aunque las hay también variegadas con el borde blanco o crema); se distribuyen de manera opuesta en las ramas; sus nervaduras están muy marcadas y las cubre una fina pubescencia; el borde se ve ampliamente dentado.
En el verano y parte del otoño da hermosas flores azules, con aspecto de mariposas, que no tienen buen aroma. Las conforman cinco pétalos, cuatro superiores similares en forma, color y tamaño y el quinto (ubicado en la parte inferior) más grande, más oscuro, y moteado desparejamente de blanco. Cuentan con largos estambres de blancos filamentos, con las anteras repletas de polen amarillo, que semejan las antenas de las lepidópteras.
La polinización es entomófila y en algunas zonas la visitan también los colibríes o picaflores.
Los frutos son drupas esféricas de alrededor de un centímetro de diámetro, también azules, que conservan el cáliz que es persistente. Las semillas son minúsculas y oscuras: se la reproduce mediante ellas.
Precisa ubicaciones con sol pleno y suelos preferentemente calizos o arenosos, con buen drenaje.
Una vez establecida puede tolerar épocas de sequía pero nunca agua en exceso, por ello hay que evitar el encharcamiento del terreno. No requiere de muchos cuidados, salvo una poda de mantenimiento cada tanto para quitarle hojas secas o ramas rotas.
