Posee hojas palmeadas que presentan de tres a cinco lóbulos con bordes dentados, se ubican de manera opuesta en las ramas. Las flores femeninas, de color verde muy claro, nacen reunidas en inflorescencias de tipo amento sostenidas por largos pedúnculos; se las utiliza como saborizante y sirven de agente estabilizador y conservante en la composición de la cerveza, recolectadas antes de ser fecundadas.
La llamada “lupulina”, ingrediente esencial para la fabricación se encuentra en las glándulas ubicadas en la base de las bractéolas; el gusto amargo proviene de los ácidos que contiene y el aroma de los aceites esenciales; las diferentes variedades se clasifican según esos dos atributos, dividiéndose en Lúpulos amargos, Lúpulos aromáticos y Lúpulos mixtos. Las flores masculinas, de color amarillo verdoso, se reúnen formando panículas.
Los frutos son aquenios.
Toda la planta contiene ácidos clorogénico y cafeico, entre otros; ácido ascórbico en el fruto y ácido oleanólico en el tallo; su aceite esencial cuenta con componentes tales como eugenol, limoneno y mirceno; entre sus principios amargos el principal es la lupulina; en los frutos hay fructuosa, sucrosa, pectinas, aminoácidos y algunos flavonoides, también vitaminas del grupo B y C junto con gran cantidad de minerales; la raíz y los tallos contienen taninos.
Dentro del marco de la medicina no tradicional se lo recomienda para problemas gástricos, tales como mala digestión, acidez o espasmos. A fin de eliminar los parásitos intestinales se indica beber una infusión preparada con media cucharada de conos de lúpulo por cada taza de agua. En uso externo se lo usa, por sus propiedades vulnerarias, en casos de dermatitis, de eccemas y hasta de úlceras; también para calmar el dolor y bajar la inflamación de las partes del cuerpo afectadas por el reuma.
