La Jatrofa

Recibe el nombre vulgar de Jatrofa, y el nombre científico de Cnidoscolus urens (o también Jatropha urens), una planta monoica perenne de porte arbustivo que mide entre cincuenta centímetros y dos metros de alto. Es originaria de Guyana, en las costas caribeñas de América del Sur. Forma parte de la familia Euphorbiaceae y es famosa por el escozor que provoca cuando la tocamos. 

Está cubierta por completo de largos y rígidos pelos urticantes, o tricomas, que con el solo roce provocan dolor y ardor en la piel debiendo ir al médico para hallar un paliativo; si alguna parte de la planta es ingerida comienza por producir hinchazón en los labios, vómitos y hasta puede llevar a la pérdida del sentido; el látex que exuda es corrosivo y genera llagas; a pesar de ello se la cultiva como ornamento por la belleza de sus flores y de su follaje. 

Posee un tallo erecto que es de consistencia herbácea cuando joven y se vuelve de semi leñoso a leñoso con el paso de los años. Sus grandes hojas palmeadas, rugosas y de color verde brillante, poseen los márgenes profundamente hendidos, lo que a simple vista las hace parecer lobuladas. 

Da pequeñas flores blancas que nacen reunidas en inflorescencias axilares de tipo cima. La diferencia entre las flores femeninas y las masculinas no se aprecia a simple vista pero sí en lo estructural; las segundas sólo mantienen su fertilidad por un día mientras que en las primeras se prolonga por una semana. La polinización la efectúan las mariposas. 

Los frutos son cápsulas espinosas que contienen tres semillas similares a las del Ricino, muy ricas en grasas y proteínas; las hormigas son quienes se encargan de diseminarlas al ser atraídas por el eleosoma, una reserva de sustancias nutritivas que las semillas poseen en su parte externa.