La mayor parte de ellas posee carnosos pseudo bulbos y hojas verdes largas y delgadas; en algunas variedades éstas presentan forma de abanico, en otras tienen aspecto coriáceo, en otras son finas y tubulares.
También, dependiendo de la variedad las flores pueden ser grandes o pequeñas; de brillantes y atractivos colores (las hay amarillas con marrón, amarillas con rojo, lilas con blanco y decenas de otras combinaciones) con varas florales largas o cortas, pero en todas ellas la floración es abundante y se mantiene durante mucho tiempo en la planta. Florecen dos veces al año y hasta se han conseguido híbridos que lo hacen en tres oportunidades.
Es una especie apta para hibridación, se dan bien las cruzas con Oncidium y con otras variedades de Trichocentrum o géneros cercanos, consiguiéndose así las conocidas como “intergenéricas”. Entre las que más se extendieron por el mundo entero tenemos a la Trichocentrum aguirrei, la Trichocentrum brachyceras, la Trichocentrum brenesii, la Trichocentrum splendidum, la Trichocentrum capistratum, la Trichocentrum laceanum y la Trichocentrum hoegei.
Son de cultivo sencillo y han conseguido adaptarse a los climas templados; necesitan ambientes húmedos y aireados; se aconseja regarlas por la mañana, con agua de lluvia preferentemente, si ello no fuera posible hay que tratar de que el agua no sea alcalina; hay quienes prefieren usar, incluso, agua destilada. Para que florezcan es vital que tengan abundante luz y no se debe encharcar la tierra, hay que regarlas sólo cuando se vea la superficie del sustrato seca.