Posee gruesos tallos que miden de 30 a70 centímetros de alto. Sus hojas están compuestas por un número impar de folíolos verdes, de forma elíptica, revés pubescente y el margen entero; de ocho a diez pares de ellos están dispuestos de manera enfrentada y uno queda solitario en el ápice.
En primavera da bellas flores blancas reunidas en inflorescencias axilares, de tipo racimo, sostenidas por largos pedúnculos; como todas las flores de esta familia sus pétalos se diferencian en quilla, alas y estandarte; el androceo es diadelfo, presentando un estambre vexilar libre y los restantes reunidos en un tubo, todos con filamentos cilíndricos, la mitad con anteras dorsifijas y la mitad con anteras basifijas. El gineceo tiene un ovario sentado con dos o más rudimentos seminales, un estilo cilíndrico y un estigma terminal húmedo.
Los frutos, de alrededor de siete centímetros de largo, son legumbres verdes y oblongas que al madurar se oscurecen; tienen dehiscencia valvar y conservan el cáliz que es persistente. De las semillas proviene su denominación científica, dado que las mismas muestran forma subcúbica o de “astrágalo”.
A pesar de su aparente similitud con la planta de garbanzos, de donde toma el nombre popular, esta no es comestible; ni siquiera puede ingerirla el ganado debido a su alta toxicidad. Las bacterias Rhizobium que viven en los nódulos de las raíces hacen que los suelos en los que se encuentra sean más fértiles porque fijan el nitrógeno en la tierra.