Se lo emplea como ornamental por su excelente porte, su profusa ramificación, su denso follaje siempre verde y sus hermosas flores de agradable perfume. Tiene grandes hojas, a veces con el borde entero y otras festoneado, de un color verde muy intenso; nacen en apretados manojos.
Las flores, de brillante colores (amarillo y anaranjado) y con largos estambres, nacen reunidas en exuberantes racimos que cambian a rojos al comenzar a marchitarse.
Dentro del marco de la medicina no tradicional se le atribuyen muchos efectos benéficos, usándose la esencia extraída de las flores para calmar el dolor, los estados de tristeza y la depresión; con la corteza se preparan tisanas para mejorar irregularidades del período femenino y los problemas de útero, inclusive los de infertilidad; también sirve para hemorroides y disentería.
Estudios realizados indican que contiene hierro y taninos que son los que producen la mejoría de tantas afecciones.
Muchas veces se da ese mismo nombre, aunque es un falso Ashoka tree, al Polyalthia longifolia, de porte columnar, más parecido a los cipreses mediterráneos que al Ashoka verdadero.