Su madera es fácil de trabajar. La corteza exterior es lisa, de un tono cobrizo oscuro cuando llega al estado adulto, de allí deriva su nombre popular; la corteza interior es verde y contiene cloroplastos que colaboran en el proceso de fotosíntesis durante la estación seca del año; con el líquido de decocción de ambas se hacen baños de inmersión para aliviar afecciones de la piel; ingerida como té baja la fiebre, combate la anemia y ayuda al buen funcionamiento renal.
Es de crecimiento lento, pero enraíza en poco tiempo al poner una estaca en tierra; se usan por este motivo para la reproducción las ramillas obtenidas luego de la poda anual (hasta se pueden hacer cercos perimetrales con ellas); las ramas gruesas se guardan para leña.
Es muy resistente, se adapta tanto a suelos calcáreos como salinos y soporta hasta vientos huracanados, también heladas leves.
La resina aromática que exuda puede ser quemada (estando seca) en reemplazo del incienso durante las ceremonias religiosas y en estado fresco se la aplica dando masajes sobre zonas con golpes o torceduras para calmar el dolor y reducir la inflamación; es adhesiva y también un buen repelente de insectos.
Posee grandes hojas de color verde oscuro, con bordes enteros, que se insertan de manera espiralada a lo largo de las ramas, están compuestas por una cantidad impar de folíolos, éstos son anchos y ovales; en los extractos que contienen se hallaron compuestos desinflamatorios y antifúngicos.
Puede ser tanto dioico como monoico; las flores son muy pequeñas y se agrupan en inflorescencias de tipo racimo; las panículas femeninas son de menor longitud y las flores tienen sólo tres pétalos; la polinización es entomófila, la efectúan diversos insectos, principalmente abejas de la especie Apies mellifera.
El fruto es una drupa dehiscente de un centímetro de diámetro; roja al principio y cambia con el tiempo hasta verse púrpura; contiene una sola semilla. Las semillas se dejan secar tres días al sol y luego se guardan a temperatura ambiente, se mantienen viables un año, pero su poder germinativo de casi un 90 % cuando frescas disminuye a la mitad; las propagan naturalmente pequeños roedores, monos y aves que ingieren la fruta. Hay que esperar cuatro meses, tras la germinación, para trasplantarlas al lugar definitivo.