El Sisu

Conocemos por el nombre común de Sisu, y el nombre científico de Dalbergia sissoo, a un árbol caducifolio que mide entre 18 y 25 metros de alto, con un diámetro de tronco de ochenta centímetros. Su corteza es gris, escamosa y agrietada. Es originario del sur de Asia y pertenece a la familia de las Leguminosas. 

Tiene aspecto agradable y es de rápido crecimiento, proporcionando en poco tiempo abundante sombra. Es muy estimada la madera que produce. Se propagó por todo el mundo gracias a su tolerancia a diferentes tipos de suelos, arena, piedras, terrenos aluvionales, rocas calizas, pero siempre bien aireados, no tolera la densidad de las arcillas. 

En cuanto a clima está acostumbrado a los Monzones, donde pasa seis meses de lluvia y seis meses de estación seca, por lo que es muy adaptable. Con la temperatura está habituado a una amplitud térmica que va desde los dos grados bajo cero hasta los 39º grados. La altitud que prefiere es la franja entre los 900 y los 1.300 metros, aunque también se lo halla a mucha menos altura. 

Tiene una raíz pivotante, larga y vigorosa; la acompañan numerosas raicillas secundarias extendidas lateralmente; como la mayoría de las especies de la familia Fabaceae poseen nódulos fijadores de nitrógeno (bacteria Rhizobium spp). Las hojas están compuestas por 3 o 5 folíolos peciolados que se disponen de manera alterna sobre un delgado eje en zigzag; tienen la base redondeada, el ápice acuminado, el borde liso y son de color verde claro. 

Da pequeñas flores, blanquecinas o amarillentas, muy perfumadas, que nacen reunidas en inflorescencias axilares de tipo racimo de unos diez centímetros de largo; cuentan con un cáliz dentado, corola de cinco pétalos con dos alas y una quilla estrechas, nueve estambres unidos por la base y un estilo corto. 

Los frutos son vainas indehiscentes delgadas, planas, de forma oblonga y con los extremos ahusados; de color verde claro cuando jóvenes y marrones al madurar; miden alrededor de siete centímetros de largo por uno y medio de ancho; contienen media docena de semillas arriñonadas. Rara vez prosperan cerca de la planta madre, pero germinan fácilmente llegado el momento; hay que tenerlas en remojo todo un día antes de sembrarlas. 

Las plántulas nuevas necesitan abundante luz, riego moderado y extracción de las malas hierbas que puedan perjudicar su crecimiento; con el cuidado adecuado en un año ya tendremos ejemplares de un metro y medio de alto. También se reproduce mediante vástagos radicales.